Las mipymes tienen un impacto significativo cuando adoptan prácticas responsables con un impacto ambiental positivo, orientadas al cuidado de los recursos naturales, lo que se relaciona con el llamado de la encíclica.
Por Julio Hernández. 10 julio, 2025. Publicado en Expreso el 29 de junioCon motivo del Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes) y por la relevancia de la encíclica Lautato Sí del papa Francisco, sobre el comportamiento responsable con el medioambiente y la sociedad, resaltaremos las oportunidades de estas empresas para crear valor y contribuir al desarrollo sostenible, con un desempeño socialmente responsable.
Las mipymes representan un número significativo de empresas en el Perú y realizan distintos tipos de actividades. Son la manifestación del espíritu emprendedor de pequeños propietarios que las consideran como una oportunidad de desarrollo económico y social.
Primero, destacamos la estrecha relación de las pymes con sus grupos de interés (trabajadores, clientes, proveedores y comunidad) lo que les da una ventaja competitiva para obtener beneficios económicos por sus actividades y, mostrar un comportamiento socialmente responsable. De este modo, pueden ofrecer productos y servicios saludables y eco amigables, que sean valorados por los consumidores. Además, podrán promover prácticas para el desarrollo personal y profesional de sus trabajadores.
Lo señalado se alinea completamente a los postulados de la encíclica Laudato Si, respecto al desarrollo social, que recomienda promover la dignidad del trabajo humano y la importancia de la comunidad y sociedad. En el caso de las mipymes, la cercanía del empresario con sus trabajadores, clientes y comunidad le permite tomar decisiones más humanas y éticas, como la de promover condiciones laborales justas, el respeto por la identidad cultural o apoyar a proveedores comunitarios de la región. Estas acciones fortalecen la cohesión social, promueven el bien común, y se atienden el llamado del papa Francisco, de procurar una economía al servicio de las personas.
Por otro lado, las mipymes tienen un impacto significativo cuando adoptan prácticas responsables con un impacto ambiental positivo, orientadas al cuidado de los recursos naturales, lo que se relaciona con el llamado de la encíclica a repensar el modo en que producimos y consumimos; y, privilegiando la armonía con la naturaleza o casa común por encima del beneficio empresarial.
Es importante señalar que, las decisiones estratégicas y operativas de cualquier negocio se basan en los valores de los propietarios y gerentes (solidaridad, integridad, honestidad, respeto por las personas), que deben guiar las decisiones para una verdadera conversión ecológica. En las mipymes, esta transformación puede gestarse en las decisiones cotidianas, por ejemplo, al priorizar el bienestar de los empleados, establecer relaciones comerciales justas o contribuir al desarrollo social del país y de la región.








